sábado, diciembre 02, 2006

Tema III. 6. La agricultura europea en el siglo XVIII.
La Europa de comienzos del siglo XIX estaba mucho más cerca de la tradición de 1700 que de las innovaciones que conducirían a 1900, aunque las transformaciones que se desarrollarían durante el siglo XVIII supusieron serios cambios con relación a los procesos productivos anteriores (sobre todo en las Provincias Unidas y en el Reino Unido).
Así se observa el proceso de mantenimiento de una estructura económica asimilada a una agricultura todavía potente y rectora de la subsistencia y el desarrollo de los diversos países europeos y de sus poblaciones, habitantes del campo en su gran mayoría. Junto al mantenimiento de una sociedad eminentemente rural y estamental, incluso se llega a potenciar desde el poder y la intelectualidad economicista la explotación del campo mediante una agricultura mucho más evolucionada (fisiocracia).
Durante el Siglo de las Luces se observan una serie de cambios (nunca generalizados) que, sin embargo, asientan las bases de una revolución en técnicas y procedimientos productivos que preludiarán la Revolución Industrial. Es reseñable los avances técnicos del británico Tull merced a los cuales consiguió mejorar el sistema de arado y barbecho, facilitando su irrigación y rendimiento natural.
Otros cambios proceden de la modernización paulatina de los aperos de labranza, o la producción incipiente de cosechas de la patata y el maíz una vez superadas las trabas ideológicas ligadas a estos alimentos, así como de otros nuevos cultivos de productos extraeuropeos como el algodón y el tabaco, aunque nunca pondrán en peligro la hegemonía del cereal.
En este siglo se incrementa la producción, sumándose como factor determinante para el alza de precios, lo que en ocasiones supondrá un caldo para los motines de subsistencia y la subversión de las clases populares.
Respecto a la evolución agrícola en las distintas regiones y países europeos se muestran diferencias y semejanzas palpables:
a) Francia: Se observan diferencias notables entre un área eminentemente mediterráneo (Provenza, Languedoc…) y otro atlántico y con conexiones con la Europa continental.
b) Italia: Frente a una tradicional Italia agraria escasamente desarrollada (Mezzogiorno), aunque en vías de un urbanización notable, se sitúa una zona mucho más avanzada en materia agrícola, como será el Valle del Po, tanto en Piamonte como en la Lombardía.
c) España: Contraposición norte-sur. En el norte se cultivará el maíz, patata y se criará ganado bovino. En el sur destacan los regadíos de Levante y los secanos en las tierras del interior, sobre todo, con extensión de la tríada mediterránea.
d) Mundo Atlántico: alta productividad de zonas como los Países Bajos, Normandía, Ulster o Gran Bretaña, donde mayor es la extensión de los fenómenos reformistas en la agricultura y ganadería.